Cultivando Cambios:

Agricultura con Perspectiva de Género

¿CUÁL ES LA PROBLEMÁTICA QUE INTENTA RESOLVER? 

En Colombia, al igual que el resto del planeta, se refleja una marcada desigualdad en el sector agrícola. A nivel mundial, las mujeres constituyen más del 40% de la fuerza laboral agrícola en países en desarrollo, pero la realidad contrastante muestra que menos del 15% de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres. En el caso específico de Colombia, donde aproximadamente el 23,9% de la población reside en zonas rurales, se revela que 5,9 millones de mujeres forman parte de esta población, enfrentando condiciones adversas que incluyen altos índices de pobreza multidimensional y limitaciones en el acceso a la educación, salud y participación política. 

Estas desigualdades se manifiestan de manera más aguda en el ámbito económico y de asistencia técnica, donde las mujeres rurales encuentran obstáculos significativos para su empoderamiento financiero y a la hora de acceder a herramientas e insumos para mejorar la productividad. La brecha en el acceso a créditos y asistencia técnica se revela como el epicentro del problema, evidenciado por el hecho de que, en Colombia, el porcentaje de aprobación de créditos es consistentemente inferior para las mujeres, independientemente del tipo de crédito. En el caso de créditos comerciales, la aprobación es solo de un crédito cada 10 mujeres frente a 3 de cada 10 hombres, y en los créditos de consumo, se aprueban a 5 de cada 10 mujeres y a 6 de cada 10 hombres.

El modelo agrícola vigente, diseñado primordialmente para las necesidades y habilidades de los hombres, ha perpetuado la exclusión sistemática de la población femenina en el sector rural. Es esencial replantear este enfoque y avanzar hacia la construcción de un modelo agrícola inclusivo, que se adapte a las habilidades y capacidades de las mujeres rurales. Esto implica la integración de tecnologías, herramientas y técnicas agrícolas que se alineen con las habilidades de las mujeres, reconociendo su valiosa contribución al desarrollo agrario. Además, garantizar condiciones equitativas de acceso a mercados, créditos y escenarios políticos se vuelve crucial para empoderar a las mujeres en el ámbito agrícola, fomentando así un sistema más justo, sostenible e igualitario.

Este desequilibrio financiero y a la hora de acceder a asistencia técnica especializada,  impide el desarrollo pleno de las mujeres rurales en el sector agrícola, limitando sus oportunidades de participación activa y sostenible. Para lograr un cambio significativo y sostenible, es imperativo abordar estas disparidades, implementar políticas inclusivas y promover iniciativas que fomenten la igualdad de género, permitiendo así el empoderamiento económico de las mujeres en el sector rural.

ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO:

En el marco del proyecto, es imperativo considerar los antecedentes que definen la realidad socioeconómica y política del municipio de Cajamarca. Con una población total de 18,443 habitantes, donde las mujeres representan el 48.2%, la disparidad de género se manifiesta de manera pronunciada en la esfera política, reflejada en la conformación del Concejo Municipal, donde solo el 20% está compuesto por mujeres. En el ámbito productivo, la agricultura es la principal actividad, destacándose nacionalmente por la producción de arracacha y frijol, y a nivel departamental por frutales, café y hortalizas, conferiendo al municipio un rol vital en el abastecimiento alimentario del país.

No obstante, este contexto revela la discriminación arraigada y los obstáculos significativos que enfrenta la población femenina en el sector rural de Cajamarca. Aunque muchas unidades productivas y familias campesinas son lideradas por mujeres, se enfrentan a dificultades notables en el acceso a créditos y asistencia técnica. Además, el sistema productivo agropecuario actual no solo carece de un diseño que considere las habilidades y capacidades de las mujeres, sino que también se revela insostenible, utilizando técnicas perjudiciales para el medio ambiente y un uso excesivo de agrotóxicos.

En este contexto, la relevancia del proyecto se destaca como una respuesta necesaria y oportuna. Su objetivo de fortalecer las capacidades de la mujer campesina en Cajamarca no solo contribuirá a generar condiciones más justas en la producción agrícola, sino que también propiciará un modelo más inclusivo y sostenible. La adaptación de este modelo a las capacidades y habilidades de las mujeres rurales y la facilitación de condiciones para el acceso a créditos y asistencia técnica se erigen como elementos esenciales para reivindicar el valioso rol de la mujer campesina y mejorar las condiciones sociales, garantizando así la continuidad de la producción de alimentos en la zona rural.

Es en este contexto la Asociación de Usuarios Campesinos de Cajamarca (ANUC), ha tenido como una de sus líneas principales de trabajo, el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres rurales en el municipio; este trabajo se ha realizado de la mano de otras organizaciones como, la Asociación de Mujeres Campesinas de Cajamarca (Asomuca) y la Asociación de Productores Agroecológicos de la Cuenca del Río Anaime (APACRA). A su vez, la ANUC ha desarrollado otros proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de las familias campesinas del municipio e implementar sistemas de producción más rentables y amigables con el medio ambiente, entre estos proyectos se destacan los de implementación de mejores tecnologías en la producción de frijol y café en el Municipio. 

OBJETIVO GENERAL DEL PROYECTO: 

Fortalecer las capacidades de la mujer campesina en el municipio de Cajamarca, Colombia, para mejorar su participación activa y sostenible en el sector agrícola, propiciando un modelo de producción inclusivo y respetuoso con el medio ambiente.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

  1. Diseñar e implementar un modelo de producción agrícola adaptado a las habilidades y capacidades de las mujeres campesinas, incorporando prácticas agroecológicas que promuevan la sostenibilidad y respeten el equilibrio ambiental.
  2. Implementar un programa de asistencia técnica específicamente diseñado para las necesidades y habilidades de las mujeres, fortaleciendo sus capacidades en técnicas agrícolas sostenibles.
  3. Fomentar la participación activa de las mujeres en instancias políticas locales, a través de un programa de capacitación y sensibilización.
  4. Fortalecer la colaboración entre diferentes organizaciones para garantizar una implementación eficaz y sostenible del proyecto.
  5. Desarrollar programas de sensibilización en la comunidad para cambiar percepciones y actitudes respecto al papel de la mujer en la agricultura, promoviendo la equidad de género y la valoración de su contribución al desarrollo rural.
  6. Establecer un sistema de monitoreo continuo para evaluar el impacto del proyecto en términos de empoderamiento económico, inclusión política y adopción de prácticas agroecológicas, asegurando la efectividad de las intervenciones y permitiendo ajustes según sea necesario.